domingo, 14 de marzo de 2010

"Casi" compañeros de profesión

Un colega veterinario, funcionario en un pueblo, es responsable de las inspecciones de sanidad. Desde su puesto va viendo pasar a los diferentes concejales (o regidores) de Sanidad según los resultados de las elecciones municipales. Una de ellas, el día que fue a conocer a los empleados municipales poco después de salir elegida, le preguntó por su profesión, a lo que el susodicho contestó que era veterinario. "¡Casi somos compañeros de profesión!", exclamó ella con una sonrisa. Por la mente de mi colega pasó la idea de que sería bióloga, o algo similar.
...


Era peluquera canina.


***


La primera y más obvia conclusión es que cualquiera puede tener un cargo de responsabilidad, incluido uno con tanta como el de Salud Pública.


Pero a mí lo que más me indica esta anécdota es el valor que se le da a la formación en este país: a un veterinario, que ha estudiado 5 años y que probablemente ha realizado más cursos posteriormente, que ha llevado a cabo prácticas en una clínica o en una empresa, o que ha estudiado y aprobado una oposición, el inconsciente colectivo lo coloca en el mismo nivel profesional que a una persona que ha abierto una peluquería canina.


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Alguien me considerará clasista. Allá él si no puede leer entre líneas. Uno tiene derecho a dedicarse a lo que quiera, y si peinando perros se hace rico, estupendamente. Pero que no se considere "casi veterinario".

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Edito: como me esperaba, la entrada ha dado lugar a malinterpretaciones. Intentaré aclarar el punto central de mi planteamiento.

En primer lugar, no estamos ante una cuestión social. Hoy en día estudiar una carrera no es únicamente posible para gente con recursos económicos. He tenido compañeros de carrera cuyos padres eran bien humildes y ahora tienen puestos de responsabilidad en importantes empresas alimentarias, y por el contrario compañeros de colegio con padres millonarios que no acabaron el BUP por vagos y zoquetes.

Yo lo que creo es que en esta vida vamos optando: puedo dejar de estudiar con 15 años porque creo que en el instituto pierdo el tiempo y ponerme a trabajar. Es mi opción. Puedo querer acabar el bachillerato y no ir más allá, porque creo que ya tengo una formación general, pero quiero empezar a ganar dinero. Es otra opción. Hay quienes quieren tener cierta profesión para ejercer la cual hay que tener un título de formación profesional o universitario. Cuando lo consiguen, tienen suficiente. Los hay que le cogen gusto y además quieren hacer una tesis y renunciar a cotizar a Hacienda hasta los 30, y de casa propia ni hablamos. Son todas opciones vitales igualmente válidas.

Pero luego sucede que el masajista se cree fisioterapeuta (he sido testigo); el farmacéutico se considera médico y diagnostica a ojo a un niño con erupciones (he sido testigo); el vendedor de productos ganaderos se cree veterinario y te dice con qué tratar el ganado (he sido testigo); el licenciado se llama a sí mismo doctor (he sido testigo); etc.

Y no hablo de una simple cuestión de intrusismo. Es algo más, es ese sentimiento de que yo sé lo mismo que aquél tonto que se ha pegado un montón de años estudiando.

(He retirado la foto porque parece que resultó ofensiva)

viernes, 12 de marzo de 2010

Conferencia sobre brucelosis en fauna silvestre y ganado doméstico en USA


"Atracción fetal: brucelosis en el ciervo, el ganado bovino y el bisón en el oeste de Estados Unidos", por Paul Cross, del Northern Rocky Mountain Science Center (NOROCK).
Jueves 18 de marzo a las 12 en la Facultad de Veterinaria de Barcelona.

lunes, 8 de marzo de 2010

Se parecen, pero son distintos...

Un banner publicitario animado (esto es, que las imágenes van cambiando) que vi en nosequé página web rezaba así:


Claro, porque el de la derecha es un conejo doméstico...

Y el de la izquierda es un conejo silv... oh, wait!

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Otros problemas de zoología básica aquí y aquí.
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