viernes, 26 de septiembre de 2008

Robo de bolígrafos: una aproximación científica

Para acabar la semana con humor, cuelgo un trabajo de investigación que realicé en el IREC mientras hacía la tesis. Los datos son reales: el estudio se realizó tal cual se cuenta.

SHORT COMMUNICATION
Supervivencia de bolígrafos en el despacho de un centro de investigación en España

Autor: Syngamus

INTRODUCCIÓN
La desaparición de bolígrafos y otros bienes fungibles o consumibles en centros de trabajo o investigación privados y públicos es un fenómeno bien conocido pero sobre el cual no se ha hecho, según creemos, ningún estudio científico en España (Norte de África) ni en Portugal.
El autor, durante sus cuatro años de elaboración de tesis doctoral, sufrió variopintos incidentes en sus carnes, pero quizá frente a ninguno de ellos se haya sentido tan impotente como con la sistemática desaparición de bolígrafos, lapiceros, rotuladores y otras máquinas de escribir de su cubilete para almacenar dicho material. Muchos de ellos, marcados con su nombre por precaución, han aparecido en las más diversas localizaciones, como otros despachos, laboratorios y sala de necropsias (unpublished data), e incluso existe la sospecha de que más de uno haya acabado entre el mondongo de algún jabalí (pers. obs.).
Es por ello que el autor se decidió a conocer, aplicando para ello el método científico empírico cartesiano, las tasas reales y causas de desaparición de los bolígrafos de su cubilete.

MATERIAL Y MÉTODOS
La zona de estudio se limitó a la sección de Patología del edificio del IREC. La falta de confianza para pasearse por otros despachos impidió ampliar la zona a la totalidad del centro.
Catorce Bolígrafos (Bolis hereafter) Bic Cristal © de color azul (Fig. 1) se situaron en un cubilete negro de base cuadrada de 8 x 4 x 4 cm.
Fig 1. Boli BIC Cristal (escribe normal) como los empleados en el presente estudio

Dichos Bolis se numeraron en su base con rotulador indeleble (que desapareció a su vez al poco tiempo) y fueron colocando de tal manera que, cuando fue posible, siempre permanecieron tres de los mismos en el cubilete. Dicho cubilete se mantuvo centrado y en posición evidente sobre la mesa del autor durante todo el estudio. Cuando un Boli desaparecía, éste era buscado cuanto antes por la zona de estudio. Cuando la predación no fue observada directamente, se asignó la autoría del hurto o predación al dueño de la mesa en la cual apareció el Boli. Se utilizó el método de Kaplan-Meyer para estudiar la probabilidad de supervivencia de los Bolis y las diferencias en función de la causa de desaparición con el paquete de Statistica y el mío propio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La supervivencia de los Bolis fue de 12.4 ± 8.1 días (Fig. 2). No existen trabajos con los que comparar, aunque desde luego al autor le resulta corta de cojones.

Fig 2. Probabilidad de supervivencia de un Boli en el IREC.

En cuanto a la causas de predación, nuestros resultados confirman al compañero de tesis del autor (Sus murcianus) como principal predador de Bolis (ver Fig.3), si bien es cierto que el hecho de compartir despacho con el autor y estar más próximo al cubilete sesgará los resultados.

Fig. 3. Predadores de bolígrafos confirmados.



Para nuestra sorpresa, el Lucentinum sp., una especie que ha colonizado la zona recientemente, se ha revelado como un importante predador de Bolis. Por el contrario, los resultados muestran que el director de la tesis del autor (Macrocephalus donostiarris) no roba tantos Bolis como los otros becarios creían (yo no pensaba así, por supuesto). Este fue el único caso de predación observado por el autor directamente. También ha resultado sorpresivo el hecho de que la posdoc Sabelototum germanicum, una mujer de origen alemán, pueblo educado donde los haya, también cayese en esta práctica.
Sin embargo, creemos que el resultado más relevante es el hecho de que un 43% de los Bolis no hayan aparecido en el entorno de Patología, lo que indica la actuación de predadores dispersantes, bien del departamento de Genética, bien del de Ecología, bien en jóvenes machos en prácticas, que merodean y acechan a la búsqueda del jugoso material fungible.
No se hallaron diferencias en la supervivencia en función de la causa de desaparición, lo de lo que se infiere que son todos igual de chorizos.
Más investigación se revela necesaria para conocer otros chorizos de Bolis, así como la causa de desaparición de otro material, como por ejemplo el de necropsias. Se está contemplando para ello bien colocar Bolis con cepo amortiguado, cámara trampa, o bien su marcaje radiactivo.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

"Zoología Cinegética Española" de 1949

Cae en mis manos una joya: "Zoología cinegética española. Tomo I: Mamíferos (Fauna de caza de pelo)", por Luis Pardo. Librería Internacional de Romo, Madrid, 1949.

Antes de que se me adelante nadie, diré yo el tópico: eran otros tiempos. Pero amigo, estos tiempos acabaron hace apenas 30 años, pues recordemos que la "Ley de alimañas" de 1953, que permitía la caza de toda especie considerada dañina, no se substituyó por una nueva hasta 1973.

Volviendo a lo que nos ocupa, daré primero la información curricular del autor, como se puede consultar en la primera página del libro: Licenciado en Ciencias Naturales, Secretario de la Federación Española de Caza, ex Asesor técnico del I Consejo Superior de Caza y Pesca, ex Redactor Jefe del Boletín de Pesca y Caza de la Dirección General.

La primera sorpresa que me produce es abrir a volapié por la página que presenta la siguiente figura, ver que se refiere al lobo y que habla de provincias fuerte y débilmente infectadas :
¿Se referirá a la sarna? ¿Al quiste hidatídico, quizá? No, se refiere a infectadas de lobos. Esto me disipa rápidamente dudas sobre lo que me espera.
(Para los curiosos, de las provincias en blanco carecía de datos el autor).

Remarcaré que se cita que el lobo produce unas pérdidas anuales de unos 24 millones de pesetas, y no cabe duda de que en tiempos de posguerra el mundo rural no estaba para conservacionismos. El autor también discute si es mejor para su exterminación el rifle, el veneno, el cepo o el lazo. Y termina diciendo que “sólo cuando su número haya decrecido considerablemente y venga a constituir una curiosidad faunística, será el momento, como ahora con el oso, de cuidar que no se extinga completamente.

Desde el punto de vista zoológico, cabe destacar la insistencia del autor, basándose casi siempre, eso sí, en otros autores como Ángel Cabrera, y posiblemente en consecuencia con las modas zoológicas antiguas, de dividir la mayoría de las especies en subespecies o en dos especies: habría Canis lupus signatus y C. l. deitanus; Felis sylvestris y F. s. tartessia; Genetta genetta, G. g. hispanica, G. g. balearica y G. g. rhodanica; o dividir a las comadrejas en Mustela nivalis y una tal Mustela iberica (que parece que era igual pero con los pies blancos), por poner sólo algunos ejemplos.

Estas últimas especies engrosan mi capítulo favorito, que tiene por nombre (por supuesto)
“LAS ALIMAÑAS”:

“Conjuntamente son denominas así una serie de feriecillas de medianas, pequeñas y aun diminutas dimensiones, verdadero azote de la caza menor y de los corrales de cortijos y masías”. Posteriormente se utiliza para denominarlos epítetos como bichos o animalejos.
En este capítulo se enumeran casi todos los mustélidos, junto con la gineta y meloncillo (al que erróneamente se le categoriza como vivérrido), y se incluyen asimismo la ardilla (“de carne excelente, su importancia peletera no es demasiado importante”) y el topo. Cabe destacar algún error de categoría, no achacable a la antigüedad de la obra, como la afirmación de que al meloncillo (al que se da el nombre científico de Mungos ichneumon, ahora Herpestes ichneumon) “rara vez se ve, pero más que por su escasez, por sus costumbre absolutamente nocturnas”. Precisamente el meloncillo es el único carnívoro ibérico de costumbres prácticamente estrictamente diurnas. Y la gente de campo de la época lo sabría tan bien como lo saben ahora.

Otro comentario curioso al respecto de la gineta es aquél que habla sobre “las variaciones que presentan las características manchas que su piel ostenta, cuyo detalle no interesa dar por ser puramente de valor zoológico”… ¡¡Rayos, juraría que el libro se titulaba “Zoología cinegética”!!

La parte dedicada a ungulados no resulta demasiado interesante, pues el punto de vista respecto a ellos no ha cambiado mucho en nuestros días. Quizá el dato más interesante se da al respecto del bucardo, y sería una observación de Cabrera respecto a que en 1907 quedaban 8 ó 9 ejemplares en Ordesa.

Desde el punto de vista peletero, caber destacar que “la piel de lince es muy solicitada en peletería por su escasez, utilizándose principalmente para adornos, sobre todo la región ventral, cuyo pelaje es más blanco y sedoso; la piel entera se emplea también a guisa de alfombra”, mientras que la del pobre gato montés “es menos apreciada… y se usa para la confección de mantas para coche y viaje”. El precio de las pieles era el siguiente: gato montés, 40 pesetas; marta, 700; garduña y nutria, 300; turón, 60; y gineta, 50 pesetas de las antiquísimas. No se da dato sobre el precio de la de lince.

Y desde el punto de vista político, cabe destacar comentarios profusos como los de Guerra de Liberación o nefasta época y funestos tiempos para referirse a la II República, que no entraré a juzgar, pero que me parece que quedan fuera de lugar en un libro con pretensiones científicas.
En conclusión, su lectura ha sido toda una experiencia antropológica, sociológica e histórica, más que zoológica.
Lectura recomendada (de acceso gratuito): Al borde de la extinción. Jiménez y Delibes (editores), 2005.

sábado, 13 de septiembre de 2008

El pollo ha salido del nido

Uno de aquellos pollos de garza imperial que anillamos en S'Albufera ha sido fotografiado, ya crecido, en S'Albufereta, otra zona húmeda protegida de Mallorca.

Aquí, las fotos tomadas por un ornitólogo:



lunes, 8 de septiembre de 2008

¿Hacen trampas los editores?

Recientemente escribí a un editor: habíamos enviado un artículo hacía 3 meses y no teníamos novedades. Antiguamente esto no se consideraba un gran retraso. Hoy en día, con todo el proceso funcionando on-line, sí lo es.
El editor no contesta a mi e-mail, pero a los dos días resulta que tenemos respuesta electrónica a nuestro artículo. Aceptado con cambios menores. Vienen adjuntos, como es lo suyo, los comentarios de los dos revisores (o referees). Uno de ellos hace críticas muy constructivas, y encuentra algún error que ayuda a mejorar el artículo, no hay duda. Los comentarios del segundo referee dicen así:

"The methodology is sound, and the conclusions are justified. I have no significant concerns regarding this work or the manuscript" (La metodología es sólida y las conclusiones son justificadas. No veo problemas significativos en este trabajo o el manuscrito).
Primero pensé: qué referee más vago o más ignorante. No es posible que no tenga ningún comentario.
Ahora me asalta la duda: ¿redactó el propio editor ese comentario para ocultar que el segundo revisor no había mandado sus comentarios en un plazo razonable?
No es una revista cualquiera. Su factor de impacto es 1,9. Pero es que he publicado en otra revista (su editor en jefe es un investigador de prestigio) que ya en dos ocasiones me ha aceptado sendos artículos tal cual los envié, sin cambios (también a un colega al que le recomedé publicar allí- me debe una birra). Y bueno, no existe el paper perfecto y menos en mi caso, así que siempre me queda la duda de si los envía siquiera a revisar.
¿Cuántas trampas se ocultan en el proceso de revisión por pares...?
Imagen de aquí.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Contestando a un referee

PhD Comics es definitivamente genial. Aquí os dejo lo que se debe y no se debe contestar a un referee (el revisor externo de una revista científica):


sábado, 6 de septiembre de 2008

Mapas de ciencia

Leyendo el blog Journalology encuentro un enlace a Worldmapper, página en la que puedes encontrar mapamundis en los que el tamaño del país representa su importancia relativa en diversas categorías (población, riqueza, enfermedades, etc.). Por ejemplo, el número de personas infectadas por tuberculosis en 2004 sería así:

Vemos que la mayor proporción se encuentra en países africanos y asiáticos, pero el tamaño de España y Portugal no es nada despreciable respecto a los países de su entorno.

En su sección de educación aparecen dos mapas relativos a la producción científica:

-Número de artículos por millón de habitantes (datos de 2001):
Aquí, el ranking:

-Evolución del número de papers publicados por millón de habitantes entre 1990 y 2001 (en donde España sale mejor parada):

El ranking:

Es decir, que en España se publicaron en 2001 unos 8500 artículos científicos más que en 1994.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Sobre los autores de un paper


Traducción libre propia:

LA LISTA DE AUTORES: Dando el crédito donde es debido.
El primer autor: Doctorando de último año. Hizo las Figuras.
El segundo autor: Doctorando del laboratorio que no tiene nada que ver con el proyecto, pero que fue incluído porque él/ella se deja caer por las reuniones del grupo (normalmente por la comida).
El tercer autor: Doctorando de primer año, que hizo de hecho los experimentos, realizó los análisis y redactó el artículo entero. Cree que ir de tercer autor es "justo".
El autor del medio: Nombre de autor que nadie lee realmente. Reservado para estudiantes y técnicos.
El penúltimo autor: Ambiguo profesor ayudante o posdoc que instigó el paper.
El último autor: El gran jefe. Ni siquiera se ha leído el paper pero ¡eh!, consiguió los fondos y su famoso nombre hizo que aceptaran el artículo.

Dedicado a mi codirector de tesis, si algún día lee esto...

Visto aquí, original de Phd Comics.
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