Lunes pasado, medio dormido en el avión, leo el diario italiano La Reppublica y me encuentro con esta noticia:
Básicamente, un cazador había matado a un buscador de setas. Lo que me llena de asombro es la explicación del cazador: "había disparado el gatillo en dirección al follaje creyendo que lo que movía las hojas era un animal silvestre".
En otras palabras, que le daba igual el animal que fuese. Que a lo que se mueve se le dispara.
4 comentarios:
en suecia en la zona que estuve...habia que ponerse chaleco fosforito y cosas en la cabeza también de colores cantosos...para no perderse por el monte pero sobre todo para que no te pegasen un tirillo...y los perros de los cazadores llevaban su respectivo chaleco naranja perruno...
mv
En España es lo mismo. En Extremadura en vez de chalecos para perros, algunos dueños de las jaurías tiran de spray (p.e. rosa fosforescente) para que no les masacren a los perros. En esos mismos cotos, a un amiguete veterinario le han llegado a disparar al Land-rover (aparcado a la sombra entre matorrales), supongo que por confundirlo con un rinoceronte. Así, que de hecho, para algunos ni hace falta que se mueva: se dispara al bulto y se pregunta después.
Por cierto, que llevamos un otoño setero como pocos, menos mal que en nuestro bosque no se puede cazar ;-)
Qué suerte Hurakanp., con lo que a mí me gustan las setas... Pero ten cuidado no te esbalizes que los ribazos que nos enseñaste eran tremendos!
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