domingo, 20 de abril de 2008

DAyV: Tuberculosis en un zorro

Hace no mucho hablábamos sobre los problemas asociados a la alta prevalencia de tuberculosis en ungulados silvestres en el centro-sur de España. Uno de estos problemas se trataba del riesgo para los carnívoros silvestres.
Precísamente ayer me enviaron del Journal of Wildlife Diseases las pruebas de imprenta de un artículo en el que presentábamos el primer caso descrito de una tuberculosis generalizada en un cánido silvestre, en nuestro caso un zorro.


Este caso es relevante más por lo que significa este hallazgo que por el simple hecho de que el pobre zorro tenía una tuberculosis que ni Madame Bovary. Me explico: de los carnívoros, aparentemente el grupo de los cánidos es el menos susceptible a la infección por Mycobacterium bovis, y desde luego mucho menos que félidos o mustélidos. De hecho, en el artículo incluimos una revisión bibliográfica sobre los poquísimos casos de infección por M. bovis en cánidos silvestres (algún zorro en Reino Unido y España y algún lobo y coyote en EE.UU.). Además, en muy pocos de estos casos los animales presentaban lesiones, y si las había eran mínimas (algún granuloma; alguna mycobateria vista con Ziehl-Neelsen). Desde luego ningún caso tan avanzado como el nuestro. Y esto es raro, si tenemos en cuenta que muchos cánidos silvestres (que en general son muy carroñeros) viven en zonas donde la tuberculosis bovina es endémica, por ejemplo en Inglaterra, España o EE.UU. pero también en África. Lo que viene a confirmar que los cánidos son poco susceptibles a la infección, pero también que en la Península Ibérica existe un gran riesgo de contraer la enfermedad: este zorro posiblemente se reinfectó reiteradamente al alimentarse de carroñas de ungulados. También hay que comentar que una hepatitis contagiosa que sufría podría haber inmunodeprimido al animal un tanto.


Las lesiones que presentaban eran las siguientes (atención: casquería):


Arriba a la izda: calcificaciones (flechas) en los ganglios mesentéricos; Arriba a la dcha: en un ganglio submandibular; Abajo: abceso (punta de flecha) en una sección del lóbulo dorsal izdo. del pulmón. Barras=1 cm.

En resumen: haber encontrado un zorro tuberculoso es un indicador indirecto del enorme riesgo que sufren los carnívoros ibéricos de contraer la enfermedad.

8 comentarios:

Mireia dijo...

Pobre zorro :(
Pero, un caso ¿es suficiente prueba? Entiendo lo de que los cánidos son los que menos se ven afectados por la enfermedad, pero los contrarios a ella ¿no dirán algo como que solo es uno y eso?

Syngamus dijo...

Hola,
No es que haya que probar nada. Sólo es una evidencia más que añadir al saco. Que la prevalencia de TB en ungulados en el sur es grande ya se sabe y no hay nadie que lo niegue. Y casos de TB se han encontrado en linces, tejones e incluso en personas. Encontrar un zorro tuberculoso es un grano de arena más.

Mireia dijo...

Lo que hace hablar sin saber mucho del tema ><

Mireia dijo...

Ummm... una duda que me surge a mi ahora.
¿En este tipo de investigaciones participan biólogos?

Anónimo dijo...

los biologos participamos en todo, jeje

Syngamus dijo...

Aunque ya te ha contestado un simpático bioLOCO :-P, te diré que este zorro por ejemplo lo capturaron unos biólogos que estaban haciendo estudios ecológicos. De la interdisciplinariedad salen los mejores trabajos.

Unknown dijo...

Siempre he dicho que la colaboración entre estas dos disciplinas es lo mejor que puede haber... siempre habrá mucha tela de donde cortar...!!
Le envio saludos al autor de este blog, yo trabajé con el diagnóstico de Paratuberculosis en ungulados silvestres en México para mi tesis de Licenciatura en Veterinaria...
Ahora trabajo con diagnostico de Tb aviar y coccidiosis en Zenaida asiatica y Z. macroura....

Syngamus dijo...

Hola Graciela,
gracias por seguir este blog.
Un saludo también para ti :-)

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