lunes, 25 de febrero de 2008

Fauna silvestre, ganado doméstico y tuberculosis bovina: un problema real

La tuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Mycobacterium bovis, que pertenece al grupo de Mycobacterium tuberculosis (el agente de la tuberculosis humana). Si bien el ganado bovino y caprino es su principal hospedador, M. bovis puede infectar a un amplio rango de mamíferos, incluyendo otros herbívoros domésticos y silvestres (ciervo, jabalí), carnívoros (los félidos son especialmente sensibles) e incluso al hombre (que no es muy susceptible).
Estudios recientes llevados a cabo por diversos grupos de investigación en España han puesto en evidencia la altísima prevalencia (eso es, una gran proporción de animales infectados) de esta enfermedad en ungulados silvestres (sobre todo ciervo, gamo y jabalí) del centro-sur peninsular. Un estudio a gran escala realizado en más de 2000 ciervos y jabalíes abatidos en 76 fincas de caza de dicha zona encontró que había fincas en las que el 100% de los jabalíes se hallaba infectado (con una prevalencia media del 42%). Respecto al ciervo, la prevalencia media fue del 14%, con alguna finca en la que la mitad de los ciervos estaban infectados.


Foto: Lesión por tuberculosis en ciervo; ganglio linfático con caseificación y necrosis.


Mucho se especuló respecto al origen de estas infecciones: los gestores cinegéticos lo achacaban al ganado bovino, que en muchas fincas comparte pastos y bebederos con los ungulados silvestres; los ganaderos, por su parte, echaban la culpa a ciervo y jabalí. Sin embargo, diversos y recientes trabajos han demostrado que M. bovis se mantiene en la fauna silvestre sin necesidad de participación de animales domésticos. El escenario más probable es que la infección fuera introducida en las fincas a través del ganado, pero actualmente la enfermedad es enzoótica (endémica) en los ungulados silvestres.


Foto: vaca y ciervos compartiendo un pasto

¿Por qué es tan frecuente esta enfermedad entre ciervos y jabalíes?
La caza mayor es un grandísimo negocio en algunas regiones españolas, especialmente en Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. Para mantener la gran demanda de trofeos, las fincas de caza realizan intensísimas medidas de gestión para conseguir mantener densidades que el medio por sí mismo no soportaría. Estas medidas consisten, básicamente, en ofrecer alimentación y agua de manera suplementaria. Así se consiguen densidades de hasta 30 ciervos por hectárea. Estas densidades y, sobre todo, la agregación de los animales entorno a comederos y bebederos, facilita enormemente el la transmisión de la enfermedad.

Estos hechos son especialmente preocupantes por las siguientes razones:
i) hacen ineficaces las campañas de saneamiento ganadero (en las que los animales infectados son enviados a matadero) .
ii) suponen un riesgo para las personas. Aunque el ser humano no es especialmente susceptible a esta especie de Mycobacteria, se han encontrado casos en el que las cepas aisladas coinciden con las encontrados en ciervos y jabalíes. Se hallan especialmente expuestos al riesgo profesionales como veterinarios, guardas de caza o carniceros.
iii) aumenta cada día el número de casos de tuberculosis bovina en carnívoros silvestres que se alimentan de ungulados silvestres o comen su carroña, como zorros, tejones o, lo que es especialmente preocupante, linces. En la epidemiología de M. bovis en fauna silvestre se diferencian tres tipos de hospedadores: los de mantenimiento (persiste en ellos de manera horizontal sin necesidad de otra fuente de infección), los de dispersión (sufre y dispersa la infección, pero raramente la mantiene sin un hospedador de mantenimiento en el mismo hábitat), y los finales (sufre la infección pero no es relevante como transmisor). En la península Ibérica, los hospedadores de mantenimiento serían los cérvidos y el jabalí (sobre todo este último, pues parece especialmente resistente a la enfermedad); el lince sería un hospedador final. Se ha constatado la muerte de varios linces por esta enfermedad (aunque de ello no se hable en prensa como en el caso de los atropellos) y muchos otros podrían haber muerto sin que se haya encontrado su cadáver. Se debe tener en cuenta que el hecho de encontrar un lince atropellado es más fácil que encontrar un animal muerto por cualquier otra causa; el estar a pie de carretera lo hace más detectable, por lo que no se puede afirmar, como se hace, que los atropellos sean la principal causa de mortalidad.
Y sí, el lince se alimenta sobre todo de conejos y come poco ungulado, pero no es menos cierto que se dan casos de tuberculosis bovina, así que se debería determinar cómo la adquiere.



Foto: restos de montería tras el despiece de los animales. Como la mayoría de las fincas carece de incineradora, este mondongo suele dejarse a la intemperie, accesible para los carroñeros.

¿Qué se puede hacer al respecto?
La solución sería relativamente sencilla, pero inabordable en la práctica: reducir las densidades de ciervos y jabalíes hasta números naturales. No me extenderé más pues entraríamos en materia socio-económico-política (política porque muchos ministros, senadores, directores generales y políticos de toda índole y tendencia política, acuden invitados a cazar a las monterías donde Mycobacterium bovis campa a sus anchas).

Bibliografía:
-Aranaz et al. Bovine tuberculosis (Mycobacterium bovis) in wildlife in Spain (2004) Journal of Clinical Microbiology 42: 2602-2608
-de Lisle et al. (2001) Mycobacterium bovis in free-living and captive wildlife, including farmed deer. Revue Scientifique et Technique de l'Office International des Epizooties 20: 86-111
-Gortazar et al. (2006) Disease risks and overabundance of game species. European Journal of Wildlife Research 52: 81-87
-Gortazar et al. (2005) Molecular characterization of Mycobacterium tuberculosis complex isolates from wild ungulates in South-Central Spain. Veterinary Research 36:43–52
-Martín-Atance P et al. 2006. Antibodies to Mycobacterium bovis in wild carnivores from Doñana National Park (Spain). Journal of Wildlife Diseases 42:704-708
-Millán et al. (en prensa) Disseminated bovine tuberculosis in a wild red fox (Vulpes vulpes) in southern Spain. Journal of Wildlife Diseases
-Pérez et al. (2001) Tuberculosis in an Iberian lynx (Lynx pardina). Veterinary Record 148:414–415.
-Vicente et al. (2006) Wild boar and red deer display high prevalences of tuberculosis-like lesions in Spain. Veterinary Research 37: 1–11

14 comentarios:

Justin Quayle dijo...

Y si no hay solución, que es lo que va a pasar? Acabaran enfermando todo el ganado? Eso seria mas grave que una reducción en el numero de ciervos.

Syngamus dijo...

Más grave... en sentido económico, supongo que te refieres. En ese aspecto no tanto, la caza mueve más dinero que el ganado por esos lares. Y en esas monterías se cierran negocios por sumas gigantescas (eso no entra en las estadísticas de caza).

Anónimo dijo...

Muy interesante la nota. Me sorprende cuanta epidemiologìa hay sobre las Mycobacterias hay en España...el principal problema supongo es la cronicidad de la infecciòn ya que las mycobacterias(tuberculosis, bovis, johnei ahora es avium creo [paratuberculosis]) viven dentro de los macrofagos y dan reacciones granulomatosas pudiendo reactivarse la infecciòn con màs fuerza, y son antropozoonosis.
Ademas de las enormes perdidas econòmicas ya que las carcazas con signos pagtonomicos se decomisan en el matadero y los animales detectados positivos en el rodeo a la prueba de la tuberculina deben ser sacrificados ya que la administraciòn de Penicilinas de ultima generaciòn y Tetraciclinas resulta muy costosa para un tratamiento espècifico y prolongado.
Como soluciones estan la prevenciòn y profilaxis. Manteniendo el rodeo alejado de los animales salvajes ya sea por cercos o en feed-lots y eliminaciòn de los positivos.
Por ùltimo fue impactante la foto donde dejan ese foco infeccioso a el acceso de otros animales. Si se transmite por medio de un aerosol cuando un animal tose en un rodeo no me quiero imaginar cuantas UFC de Mycobacterias ingiere un lince al comer un pulmòn.

Bueno Saludos

Syngamus dijo...

Her, en efecto, las lesiones, sobre todo en los jabalíes están extraordinariamente cronificadas, parece mentira que sigan no sólo vivos, sino con gran cantidad de grasa (lo que indica que la infección les afecta poco). No he querido poner fotos más "heavies" por los lectores que no sean de nuestro sector ;-)
Respecto a los decomisos, no trabajo en matadero, pero si no estoy equivocado, en España si la canal no está afectada no se decomisa (sólo las vísceras).
Sobre mantener al ganado separado, la gente lo intenta. Pero si por allí ya pasaron los jabalíes, ese campo es ya un sembrado de mycobacterias... Además, evitar que el jabalí entre en tu cercado es casi imposible, son como Bull-Dozers!! (Quede claro que hablamos de ganado en extensivo, que es lo habitual en las sierras donde están la mayoría de cotos de caza).

Mireia dijo...

¿Y no sería más fácil de solucionar no dejando esos montones de carroña al alcance de animales salvajes que puedan ingerirlos? Con las incineradoras que mencionas (no creo que esa bacteria soporte un cremación)... no sé, pregunto.
Porque lo de reducir la densidad de ciervos y jabalies me suena a la típica cuestión que se nos va de las manos (del tipo de la biolucha, introducir especies foráneas en un ecosistema para eliminar o disminuir otra especie que da problemas).

Anónimo dijo...

Hay otra posibilidad y es la de aplicar en masa una vacuna que ya existe: la BCG. Se usa con éxito en humanos para combatir la tuberculosis y está basada no en M. tuberculosis, sino precisamente en M. bovis. No veo ningún motivo para que no funcione en el ganado y/o en la fauna silvestre.

¿Que sale caro? Vale, que lo apunten en el debe al otro lado de los beneficios de la caza mayor. A ver cuál pesa más.

Syngamus dijo...

Hola Hurakanpakito,
en efecto sé que algún grupo de investigación está estudiando su potencial uso. El problema es la manera de vacunar a los animales. Se podrían usar cebos orales que se soltasen por el monte. En cualquier caso si se lleva a cabo sería una acción casi faraónica

Natalia dijo...

Me ha parecido muy interesante el post. Es cierto que, por ejemplo, aquí en Extremadura, las densidades de ciervos en alguna fincas son enormes (y efectivamente les proporcionan comederos y bebederos, está llegando a ser una especie de "ganado", como las vacas o las ovejas), es tremendo lo que mueve la caza en algunos sitios de por aquí...
No conocía el caso del lince, muy interesante.

muscardino dijo...

Syngamus, me ha parecido de lo más interesante, ¿tienes algún dato de prevalencia de TBC en fauna silvestre en Castilla y León? Lo digo pq también debe ser muy alta. Es el único modo de explicar, epidemiológicamente hablando, los contagios a rebaños de vacas en pastos aislados y oficialmente indemnes. Esto limita mucho la efectividad de las Campañas de Saneamiento Ganadero, en las que la Junta de CyL se gasta una pasta gansa (en millones de euros, aunque la mayor parte es financiada por la UE). Hasta ahora la Junta dice que los contagios a vacunos achacables a la fauna silvestre son anecdóticos. Pero como siempre, no sirve de nada esconder las evidencias. Debe hacerse YA un estudio serio y por zonas de la incidencia en fauna de la TBC. En las de prevalencia muy alta, disminuir la población, que si no tanto como en las grandes fincas de C-LM, y Extremadura, también está bastanta aumentada, por la falta de predadores naturales y la potenciación de la rentabilidad de las reservas de caza. hasta entonces, si bien son imprescidibles los saneamientos de ganado, para evitar que se disparen las cifras de TBC, nos seguiremos gastando el dinero sin conseguir erradicar nada

Syngamus dijo...

Hola Muscardino, el artículo más amplio al respecto (el último que cito de Vicente et al.), que incluye 1400 ciervos y 1000 jabalíes, desgraciadamente incluye pocos animales castellano-leoneses. En una finca de Burgos se miraron 50 ciervos y fueron todos negativos. En una fina de Ávila se encontró una prevalencia de +/- 33% en jabalí. La prevalencia en otras regiones del norte (Asturias, Aragón) fue = 0. Claro que CyL es enorme y presenta situaciones diversas, con lo que sin duda un muestreo a gran escala sería necesario.
De todos modos para el contagio no sólo cuenta la densidad de animales; la agregación en torno a determinados puntos (comederos y bebederos sobre todo, y especialmente en verano) es importantísima para explicar la transmisión intra y inter-específica.

muscardino dijo...

En los pastos que yo conozco,en los que normalmente hay ríos o arroyos y el pienso del invierno es ingerido inmediatamente (en el resto del año, si no hay sequía, no se les suplementa), creo que lo mas importante para el contagio son los bloques minerales para lamer,que suelen dejarse ad libitum. Resultan indispensables para el vacuno en extensivo, y son compartidos por el resto de herviboros.

Syngamus dijo...

Si te interesa el tema, te puedes dar de alta en una lista de distribución que se llama RIEC (Investigación sobre sanidad de fauna silvestre y enfermedades compartidas).
Te puedes dar de alta en http://listserv.rediris.es

Unknown dijo...

La solución es bien sencilla... Por un lado ser mas profesionales en la ganadería y no permitir que el ganado beba en charcas o que las piezas de caza coman en los mismos comederos que el ganado... Además, utilizar pastores eléctricos y mastines ( yo he conseguido así tener la finca libre de ciervo / jabalí.
Y sobre todo, comenzar a quejarse ante la Administración de una vez!!!

Unknown dijo...

La solución es bien sencilla... Por un lado ser mas profesionales en la ganadería y no permitir que el ganado beba en charcas o que las piezas de caza coman en los mismos comederos que el ganado... Además, utilizar pastores eléctricos y mastines ( yo he conseguido así tener la finca libre de ciervo / jabalí.
Y sobre todo, comenzar a quejarse ante la Administración de una vez!!!

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